Por lo general mi cumpleaños no es para nada mi fecha favorita del año (y menos si estamos en cuarentena), pero he tenido algunos muy buenos…Como el de este año.
Aún con las salidas restringidas pude compartir un tiempo agradable con mi familia, comer delicioso y reírme muchísimo.
Pero lo mejor de todo fue haber recibido muestras de cariño bien grandes: cartitas, dibujos, flores, pastelitos hechos a mano e incluso un collar que representa mucho para mí.
Sí algo me gusta es recibir detalles hechos a mano porque en ellos se siente el corazón de quien los regala y eso es una de las cosas mas bonitas que se pueden experimentar.
Soy poco «sensible» pero hubo un momento específico en el que tenía unas ganas de llorar enormes al sentirme tan feliz porque nunca imaginé tener un día tan bonito. ¡Tenía miedo que llegara mi cumpleaños!
Si veo este blog con la óptica de hace un año la diferencia es abismal, también el crecimiento y los retos pero puedo decir que Dios ha sido demasiado bueno conmigo.
Por eso he decidido que este será uno de los mejores años de mi vida. Si Dios lo permite, en un año que lea esto, estoy segura que veré muchas promesas cumplidas y su bondad en cada uno de los nuevos momentos por venir.
¡Libérate!
Las ganas de ir... 