Las ganas de una reflexión profesional 1:

Estoy iniciando una nueva etapa laboral. Hasta hace 2 años me veía a mí misma como una posible investigadora científica, sin embargo muchas cosas han cambiado desde entonces y hoy me encuentro en el mundo del emprendimiento, con mi propia consultora (futuro laboratorio) y trabajando como «freelance» en proyectos que me apasionan.

Una de las misiones de esta mi primer semana con uno de mis nuevos clientes, que es una institución muy bien estructurada, me deja este ejercicio de reflexión donde tengo que plasmar en unas pocas líneas mis reflexiones en torno a mi desempeño profesional.

La cosa es que no es un ejercicio sencillo ya que hay varios detalles a tratar, según lo que me mandaron los objetivos son:

  • Obligarme a parar y reflexionar. Evitar el overdoing, y solo hacer, hacer y hacer sin pensar si lo que haces es lo correcto, y sirve de algo. 
  • Accountability. Cada uno de nosotros es libre de como usa su tiempo, pero también accountable de lo que logra. No podemos tener accountability si nadie sabe qué pasa. 
  • Awareness: Darse cuanta unos mismo de su trabajo, pero también tu del de los demás, y los demás del tuyo. 
  • Sentido de logro: “Están orgullosos de lo que hacen, no de lo que logran”. La cultura de este equipo es hacia el resultado. 
  • Perder el miedo a fallar: Somo un área de innovación, está permitido fallar!!! Si no nos equivocamos, no estamos intentando los suficientemente lejos. Tanto dinamismo y complejidad vienen seguro con errores. Aquí la cosa es aprender, y nunca fallar dos veces en lo mismo. Por eso hay una sección de fails y learnings, para que te acuerdes de que si no estas fallando y aprendiendo, no lo estás intentando lo suficiente. 
  • Seguimiento: Es difícil llevar el seguimiento ( no control) de todo lo que pasa, son demasiadas personas, proyectos, productos, y todos en constante cambios. La otra forma sería hacerlo cara a cara, pero nos tomaría muchas horas. 
  • Awareness del equipo: En ciertos casos es valioso que el equipo sepa que haces, que batallas, que aprendes… es valor para todos, y alguno sabrá como ayudarte. 
  • Ver todo: En ocasiones noto re trabajos, falta de comunicación, falta de trabajo en equipo o desconexión entre las áreas. La única forma de resolver eso, es saber que están haciendo los demás. A mí me sirve por que ya puedo ver el todo y conectar lo desconectado. 
  • No repetir errores. Adicionalmente, veo en que están fallando, y si alguien va por el mismo camino, no es necesario que se equivoque, alguien ya se equivocó por el/ella… pueden compartir aprendizaje. 
  • Crear sinergia: Igual que los errores, los aciertos, hay muchas sinergias en el equipo que no se dan por que están demasiado ocupados, yo ayudo a crear esas sinergias. 
  • Conversar: Simplemente saber como te sientes, contestarte como me siento yo, y platicar. Nunca suple la conversación cara a cara, pero nos obliga a saber del otro cada semana. 
  • Ayudarte!!!: Mi trabajo es quitarte las piedras del camino, si no se cuales son, o en que te puedo ayudar no podré hacer mi trabajo. Y no me gusta no hacer mi trabajo. 

Me gusta la idea así que comenzaré a ponerlo en práctica. Por motivos de confidencialidad y eso no puedo compartirles todos los detalles pero se los resumo aquí:

«Dale valor a lo que haces»

Acepté trabajar para una empresa sin un contrato de prestación de servicios porque conocía a la persona que me contrataba. La parte laboral ha sido una experiencia padrísima, llena de aprendizajes, motivante y retadora. Sin embargo eso me cegó al hecho de que durante meses no he recibido remuneración por mi trabajo por temas administrativos. Algo de culpa es mía y algo de la persona encargada de la gestión (por no estar encima todo el día diciendo «págame, págame, págame».

Como alguien que siempre ha estado acostumbrada al trabajo voluntario, el realizar trabajo arduamente sin remuneración no me es extraño, pero en este caso no se trataba de eso, es un puesto profesional.

Tras platicarlo con varias personas entendí que por más agusto que esté con el equipo de trabajo y el proyecto, el valor de mi trabajo en este punto de mi vida no es el mero reconocimiento, también implica una remuneración acorde a mi nivel de compromiso y profesionalidad.

Nunca he sido una persona que da menos de lo debido pero estos últimos años he estado aprendiendo a trabajar de forma estratégica e inteligente, no solo ardua para poder encontrar un equilibrio vital, que dicho sea de paso necesitaba muchísimo, lo que me hizo pensar que quizá por no estar ahogada en trabajo era justificable no tener una paga (algo así como un síndrome del impostor).

Cuando era estudiante era la a-típica persona que podía estar largas jornadas escolares estudiando o realizando proyectos que implicaban no comer bien, no dormir lo suficiente o sacrificar momentos y personas importantes por «alcanzar mi meta» (una meta mal planteada, cabe destacar. No me malentiendan, se que ese trabajo duro dio frutos pero la realidad es que mi esfuerzo por más grande que haya sido nunca iba a ser suficiente. S.D.G («Soli Deo Gloria»).

Hoy gracias al trabajo que Dios ha tenido conmigo en lo individual, sé que ese no es el camino correcto (y si están leyendo esto AM y DS tómese como una prueba de todo lo que hablamos siempre). Nunca en mis limitadas fuerzas humanas voy a poder hacer «todo» por eso ahora me queda claro que en lo que invierta mi tiempo y mi vida deben ser las cosas que realmente considero valiosas.

Viendo esto, mi vida académica marcó mucho la filosofía que tengo del trabajo hoy en día. En aquél entonces era una idólatra de la academia, así tal cual. Pero ahora por eso, estoy prevenida de no ser una idólatra laboral. Eso no quiere decir que vaya a dar menos de lo que debo o que incluso siempre busque hacer más de lo que debo (eso ya lo traigo dentro). Pero, me hace reflexionar de lo verdaderamente importante.

Todo en exceso es malo, nos lo dicen siempre, pero parece que en la práctica se convierte en algo difícil. El querer tomar el control de todo sin darle el lugar que le corresponde a Dios nos aleja de Él. También, el querer siempre destacar y sobresalir para que se note lo duro que trabajamos sin reconocer que todo lo que tenemos es por Él, le quita mérito y por tanto Gloria y Honra (que como cristianos buscamos darle siempre). ¿No nos advierte de esto la biblia en Lucas 12:22-26?

Además, el afanarnos por el dinero y la provisión (que al fin de cuentas es lo que nos hace idolatrar el trabajo) no nos da contentamiento jamás Me gusta Hebreos 13:5 porque para no caer en la avaricia es necesario tener un plan de qué vamos a hacer con lo que recibimos y saber que aunque no está mal tener en abundancia, está mal querer abundancia si no sabemos para qué.

E incluso aunque sepamos para qué, debemos establecer un límite para nuestros propios deseos y anhelos. El contentamiento no es mediocridad es libertad de saber hasta dónde queremos llegar. Y cómo nuestra visión es tan limitada, de seguro Dios siempre nos va a llevar más allá de lo que imaginamos, pero para que eso pase, debemos dejarlo que Él nos lleve hasta donde quiera no solo estar en un continuo deseo (material, intelectual, físico) sino empezar a vivir más la gratitud.

Finalmente, es importante que tratemos de entender toda la lección y no solo un pedazo porque a veces eso también es en contra nuestra. Tan malo es que uno piense que porque Dios quiere que seamos prosperados en todo (como dice 3 Juan 1:2) eso nos obliga a ser como «La joven que falleció en Japón tras trabajar 159 horas extra en un mes» ó el caso contrario que me pasó a mí, donde por no querer «amar el dinero más que a Dios», acepté estar sin paga todo este tiempo omitiendo que Dios también dice en Jeremías 31:16-17 «salario hay para tu trabajo».

P.d.1. Tuve roces fuertes con algunas amistades que no podían entender esta situación pero eso no me hace quererles menos, solo decirles (a esas personas) que la vida es diferente para todos y parte de ser amigos no solo es demandar el tiempo de las personas que queremos, también entender cuando no pueden dárnoslo y que eso en una amistad madura no te hace menos amig@. #Seteníaquedecirysedijo jiji.

P.d.2. Si no he querido ir con ustedes por un café, a pasear o convivir en cosas que impliquen gastar de febrero para acá es porque probablemente #notengodineroninadaquedar (tengo más trabajo que nunca y también menos paga, pero me encuentro feliz, viviendo mi vida de la mejor manera y les mando todo mi cariño).

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